Mi primer contacto con el Yoga fue en 2006 en Dublín. A partir de este momento, inicié un camino de auto descubrimiento y aprendizaje a través del Yoga con períodos de prácticas más y menos intensos.

En esta ruta de aprendizaje y comprensión de mi cuerpo y mis procesos físicos y mentales, hice un recorrido, en mayor parte, por prácticas que se basan en el propio peso corporal.

La Capoeira, el arte marcial autóctono brasileño, me acompaña desde temprana edad en diferentes fases de intensidad.

El Jiu Jitsu brasileño, que fue mi primer contacto formal con cualquier técnica de movimiento.

La acrobacia, que por 3 años la practiqué en Dublín, completando un grupo de 3 personas donde hacíamos presentaciones artísticas alrededor de Irlanda.

El Animal Flow que desde 2016 tuve mi primer contacto y me trajo posibilidades más amplias del modo como veo mi cuerpo y sus potencialidades.


A lo largo de toda esta trayectoria de exploración de diferentes prácticas y técnicas, ha sido recientemente, desde 2018 que mi visión del Yoga tomó un ángulo más espiritual y sinérgico en el modo como lo exploraba. Decidí hacer el curso de docencia del Yoga para profundizar en la magia de su exploración.